Hoy, pero ya fuera de Cataluña, han continuado las reacciones a la decisión de la Generalitat de prorrogar los presupuestos de 2013. PSOE y PP coinciden en que se trata de un camino equivocado. Los populares achacan esta decisión a la necesidad de Artur Mas de contentar a sus socios secesionistas. Los socialistas han criticado además las cifras del reparto del déficit. El conseller de Economía ha cifrado los recortes para este año entre 2.000 y 2.500 millones de euros.