En unas horas termina el plazo dado por el consorcio que construye la ampliación del Canal de Panamá para llegar a un acuerdo en el sobrecoste de la obra. Sacyr, la empresa que encabeza el grupo, lo cifra en 1.200 millones de euros. La Unión Europea podría mediar en el conflicto aunque de momento no parece, que los trabajos se vayan a detener.