Sigue activo el incendio más devastador del verano, ya ha calcinado cerca de 2.000 hectáreas. Es el Monte Pindo, que se ha convertido en un desierto de ceniza y desolación cerca de la Costa da Morte. Hace tan sólo dos días era uno de los parajes naturales más ricos y singulares de Galicia. De nuevo parece, que el fuego ha sido intencionado.