Casi tres kilómetros de diámetro y vientos de más 300 kilómetros por hora, ha sido uno de los peores tornados en la historia de EEUU que deja imágenes de una auténtica tragedia. Los fallecidos son ya 91, y hay más de 200 heridos. En este paisaje devastador los equipos de rescate buscan a contrareloj posibles supervivientes. El tornado ha arrasado en menos de 40 minutos, los alrededores de la capital de Oklahoma. Cientos de edificios se han convertido en ruinas, entre ellos un hospital y al menos dos escuelas lo que explica que hay 20 niños entre los fallecidos. Los testigos comparan el escenario con el de una guerra.