En España ya no se podrá abortar sin dar ningún motivo dentro de las primeras semanas de embarazo. El Gobierno acaba con la ley de plazos, y recupera la de los supuestos. El anteproyecto de ley, que hoy ha recibido el visto bueno del ejecutivo, sólo permite, de nuevo, interrumpir el embarazo, en caso de violación o cuando haya riesgo grave para la salud física o psíquica de la mujer. Y siempre que esté avalado por un informe firmado por dos especialistas. En el caso de anomalía grave incompatible con la vida, únicamente, cuando esa anomalía esté probada y provoque un daño psíquico a la madre. Por primera vez, no habrá ningún tipo de condena penal para la mujer que aborte fuera de la ley. Para el PSOE la reforma supone un recorte de los derechos de las mujeres.