En los tiempos de la mensajería electrónica, de los guasap y de los sms, el uso de las cartas ha quedado sustancialmente reducido. Quizá por ello, cuando se utiliza, y más si lo hace un presidente del Gobierno, adquiera una relevancia especial. El contenido de esa carta, presumiblemente, es la contestación a una misiva que se recibió en Moncloa la semana pasada. La semana arranca, con la contestación de Mariano Rajoy a la carta que le envió el presidente de la Generalitat, Artur Mas, pidiendo un diálogo permanente para pactar un referéndum definitivo. Y, presumiblemente, la semana finalizará con su visita el próximo sábado a Cataluña, casi dos semanas después del llamado proceso participativo del 9-N.