Toño consigue hacer venir a Manuel al hangar y sorprenderlo con la pieza propuesta por Enora haciéndola pasar como suya. Con la marcha de Rómulo, se va el alma del servicio en La Promesa, y Alonso lo sabe. Por eso, el marqués tiene otro gesto inesperado con su mayordomo. Fiel a sus sentimientos, María Fernández no deja pasar su última oportunidad con Samuel para compartir con él sus pensamientos. Lo último que pensaba Lope cuando aceptó la misión de infiltrarse en la casa de los duques de Carril, era que el duque le haría un “tercer grado” como nunca antes había sufrido.
