La revelación de Catalina a Alonso, sorprendentemente, no tiene las consecuencias que ella anticipaba, pero sí las tiene -y no precisamente buenas- con alguien inesperado. Alicia y Petra conectan. El ama de llaves sigue acercándose a la muchacha con una sensibilidad que pocas veces hemos visto en ella. A Ricardo le cuesta gestionar la marcha de Santos: en esta ocasión, le lleva a enfrentarse a Rómulo. Toño sigue evitando a su madre Simona, pero la cocinera no desiste y aprovecha cualquier oportunidad para acercarse a su hijo. Pía y Curro se dan cuenta de que quizás fueron demasiado lejos con Rufino.