El encuentro entre Simona y Antoñito no consigue acercar posturas por el férreo rechazo del hijo a hablar con su madre. Tras su caída del caballo, Curro arrastra alguna secuela, pero lo que más le obsesiona es la certeza de que alguien quiso acabar con su vida, algo difícil de demostrar, ya que han desaparecido las pruebas. Manuel intenta una vez más hacer cambiar de postura a Catalina respecto a Adriano, quien no duda en volver por palacio para que la señorita le dé una oportunidad. Vera aprovecha una visita a Luján para ver a Dieguito, el hijo de Pía, pero un suceso inesperado trunca su deseo. Manuel confirma a la familia que no se irá a Italia y permanecerá con ellos.