La nueva vida de Curro como lacayo no está siendo fácil, sobre todo para Alonso, que se siente culpable del destino de su hijo. Alonso intenta todo lo posible para retener a Leocadia y no duda en pedir ayuda a Ángela, que se muestra dispuesta para así no alejarse de Curro. Candela oculta a Simona su encuentro con su hijo Antoñito. Manuel intenta ahogar su pena implicándose en la finca, pero no le será tan fácil. Un encuentro con los arrendatarios junto a Martina aviva su dolor de manera inesperada. María Fernández trata de mitigar su pena trabajando a pesar de no estar en condiciones. Una nueva bronca de Petra será la gota que colma el vaso.