Jana y Manuel celebran una nueva y simbólica ceremonia de boda con Ñica y Antonio y se despiden de ellos después de agradecerles todo lo que han hecho por ellos. Ante la insistencia de Catalina, Alonso habla con Cruz para cederle a su hija el palacio de Cádiz, pero esta se niega rotundamente. Ángela y Curro no resuelven sus diferencias, pero la chica sí parece llevarse bien con Catalina. Cruz le llama la atención a Leocadia sobre la presencia de su hija y esta no duda en amenazarle. Ricardo se molesta con Pía por haber vuelto a inmiscuirse en el asunto de Santos y esta pide permiso a Rómulo para irse a ver a su hijo. Teresa y Vera descubren que la habitación que ahora ocupa la marquesa antes pertenecía al marqués. El padre Samuel vuelve a ser grosero con María Fernández, a pesar de todo lo que ella está haciendo por él. La doncella le reprocha otra vez su actitud y este vuelve a disculparse con ella.