Llega el día de la fiesta del servicio, pero, en el último momento, aparece alguien que nadie esperaba. Las amenazas de Ayala pasan de Martina a Margarita, forzando a la señora a tomar una decisión dramática. La relación entre Lope y Vera sigue enquistada, por lo que el cocinero toma la decisión de pedirle ayuda a la Duquesa de Carril. Pelayo empieza a tomar conciencia de sus decisiones y, ante Ricardo, muestra cuáles son sus verdaderos sentimientos. Jana sigue confusa por su situación. Un movimiento inesperado de la marquesa hace temblar los cimientos de su relación con Manuel.