Santos, acorralado por Petra, se ve obligado a confesar que invitó por su cuenta a la duquesa de Carril. Pero su historia es una verdad a medias que salva a Vera. El ama de llaves sigue ojo avizor con sus doncellas, y María Fernández las pasa canutas para despistar a su superiora. Cruz sigue indagando sobre María Antonia y Alonso, y es su marido quien se ve sometido al tercer grado en esta ocasión. El nuevo cura ha llegado a Luján, y Candela trata de aprovechar la oportunidad para conseguir el empleo para Virtudes. María Fernández pregunta a Salvador, que confiesa llevar mucho tiempo pensando en algo que los dos tienen pendiente.