Por fin tiene lugar la ansiada merienda de Margarita con sus amigas. Vera se queda de piedra al ver a la duquesa de Carril: su madre. El desencuentro entre Ricardo y Petra llega a su punto límite. El mayordomo no puede más con la actitud del ama de llaves y toma una drástica decisión. El cambio de actitud de Martina en el sanatorio tiene un objetivo oculto: quizás le quede menos tiempo de lo que piensa allí. Virtudes no ve sentido a seguir intentando recaudar dinero para su hijo, pues ya no tiene un trabajo que pueda compaginar con su crianza. Sin embargo, Simona tiene una idea... pero será peligrosa. Catalina accede a ir a la cena de bienvenida de Manuel y Curro, pero lo hará plantando cara a su madrastra de la forma que más puede fastidiar a la marquesa.