Curro vuelve de la guerra, pero no lo hace solo, sino acompañado de Manuel, para regocijo de toda la familia. Vera acepta el propósito de enmienda de Santos, aunque solo para ser amigos, no más. Jana y María Fernández se reúnen con Pía en la cueva, donde permanecerán un tiempo mientras se calman las cosas con Gregorio. María Antonia se presenta ante Lorenzo como una víctima de los impulsos del marqués. Ricardo empieza a recelar de Virtudes tras pillarla en una mentira. Martina sufre un auténtico calvario en el sanatorio donde es sometida a unos tratamientos terribles que, poco a poco, van minando su voluntad. Tras haber pasado una noche de amor con Catalina, Adriano nota que la joven se muestra distante hacia él.