La afrenta de Ayala a Petra delante de la marquesa consigue que el ama de llaves se contenga, pero eso no le impide amenazar al conde. Rómulo tiene un acercamiento con Santos. Gracias a ello, quizás no todo esté perdido con el muchacho. La decisión de ayudar a Virtudes llega a sus oídos. Ella se deshace en agradecimientos con los responsables. Cruz sigue inquieta y no duda en pagarlo, una vez más, contra algunos de sus invitados. Inquieta está también Jana. Para calmarla, María Fernández se ofrece a buscarle un vaso de leche en mitad de la noche... y lo que descubre la deja con los huesos helados.