Rómulo consigue evitar que Lope vuelva a las andadas con un método drástico, mientras Jana se reencuentra con Pía en la cueva donde está escondida y fingen su muerte con el objetivo de despistar a Gregorio. Virtudes y Simona hacen las paces y la joven se ilusiona con la posibilidad de recuperar a su hijo Adolfito. Margarita aborda a María Fernández para que le confirme el interés de su hija por el veneno que utilizó Pía. Juntas registran el dormitorio de Martina y encuentran una prueba de su posible culpabilidad en el envenenamiento de Ayala. En el frente, Manuel, Curro y José Juan se despiden del cuerpo de Paco y continúan la marcha. Curro escribe una carta a Martina. Adriano agradece a Catalina su generosidad, tras haber cancelado el préstamo del banco con la venta del collar. En contra de los deseos de Alonso, María Antonia ha conseguido quedarse en palacio y se reafirma en la irrefrenable atracción que siente hacia el marqués.