La mejoría de Curro coincide con el fallecimiento de Feliciano. Todo el servicio está conmocionado por la muerte de su compañero y amigo, pero quien más sufre la pérdida es su madre, Petra, que no se quiere separar de él. Tanto es así, que Pía tendrá que pedir la mediación de la marquesa. Teresa también está rota por el dolor y culpa a Abel y a Jana de haber dejado de lado a Feliciano para encargarse de Curro. Cruz pide a Pelayo que acelere la boda con Catalina, pues quiere verla fuera del palacio cuanto antes. Manuel, consciente de la distancia que impone Jana cuando intenta consolarla, le pregunta directamente si está enamorada de Abel. Cuando parecía que por fin estaba fuera de peligro, Curro sufre una recaída.