Tanto Feliciano como Curro resultan heridos en la cacería. El doctor Bueno y un prestigioso cirujano, el doctor Sandoval, socorren al señorito. En cambio el lacayo queda casi a su suerte. Candela regresa por fin a La Promesa desmontando las sospechas de Simona de que se había fugado con don Carlos, el maestro. Vera no quiere atender a la amiga de Margarita e incluso sugiere a Pía que quizás no es buen momento recibirla, con Curro en tan mal estado. Y parece que su plan le va a funcionar. María Fernández asume que jamás va a volver a trabajar en La Promesa y le dice a Salvador que va a buscar trabajo lejos de Luján. Cruz se encara con Lorenzo por el fallo al matar a Curro, pero el capitán está convencido de que el joven no logrará vivir: la bala sigue alojada en su pecho, muy cerca del corazón. La familia tendrá que tomar una decisión sobre dónde atender a Curro. Abel cree que