La relación entre Catalina y Pelayo, así como el negocio de las mermeladas, penden de un hilo. Él no duda en enfrentar a Margarita, porque sabe que es ella quien está detrás de las dudas de su amada Catalina. Jimena va poco a poco perdiendo el juicio: cree que Catalina le oculta el paradero de su marido y no duda en enfrentarla; y luego es descubierta por la marquesa y Martina medio enajenada. Todos en el servicio parecen querer enfrentarse a Mauro ahora que el lacayo cubre a Rómulo como mayordomo en funciones. El personal llevará tanto al límite al lacayo que él, agobiado, acudirá a sus superiores en busca de ayuda. Curro duda si debe irse de La Promesa, a estudiar a Inglaterra. Tanto que acudirá a Martina para ver cuál será su reacción ante la noticia, pero esta no será la que el muchacho espera. Teresa está orgullosa de que Feliciano haya decidido con valentía acudi