La carta encontrada por Curro en la cabaña de Ramona contiene información que hará temblar los cimientos de La Promesa, pero de momento solo hará temblar los del muchacho, que acaba de descubrir la verdad sobre su origen. Catalina sigue cada vez más enamorada del conde de Añil, quien la agasaja con atenciones y regalos. No es solo un buen compañero para el negocio de las mermeladas, sino también ¿un compañero de vida? Todos los habitantes de La Promesa se disponen a prepararse para la fiesta de disfraces. Aunque intercambios de última hora de los atuendos provocarán las confusiones más terribles. María Fernández sigue erre que erre pretendiendo colarse en la fiesta. La doncella tratará de engatusar a Jana, sin ser consciente de que, si lo hace, pueden acabar las dos de patitas en la calle.