Tal y como quedó con su madre, Jimena va a aprovechar la ausencia de toda la familia para fingir el malogro de su embarazo y terminar por fin con el embuste. Pero una metedura de pata hará que sus planes salten por los aires y que Manuel decida cancelar su asistencia a la garden party de su majestad. Desde que rescataron en el convento al hijo de Pía, Manuel no ha dejado de rumiar el beso que vio darse a Jana y Abel. La doncella dará las explicaciones pertinentes, aunque lamentablemente no conseguirán cerrar la herida del heredero de La Promesa. Sangrante se vuelve la relación entre Cruz y Margarita, cuyos enfrentamientos no cesan. Tanta tensión acabará pagándola Pía, cada vez más desbordada. Tanto que Rómulo tendrá que hacer ver a su compañera lo delicado de su situación. Teresa es interrogada una vez más por la información que dio sobre el paradero del niño en