Jimena y Manuel parecen pasar por un buen momento, aunque Teresa no lo ve del todo claro. Y no se equivoca, porque la cabeza y el corazón del heredero de los Luján siguen centrados en Jana, de hecho se empieza a molestar con la cercanía entre Jana y su amigo Abel, hasta el punto de no oponerse a la marquesa cuando esta le dice que quiere al médico fuera de su casa. Todos se preocupan por Candela, que sigue hundida tras el secuestro del niño y no se separa día y noche de la vera de Pía, hasta el punto de que ni come ni duerme. Jana ha tenido una idea, existe un medicamento que podría salvar la vida al ama de llaves, pero no es nada fácil de conseguir. Cuando Petra niega haber secuestrado al bebé de Pía, empiezan a barajar nuevos sospechosos y Jana sugiere a Rómulo que hable de nuevo con la Guardia Civil... ¿Y si ha sido cosa de Gregorio? En La Promesa todos esperan nerviosos la llegada de Ant