Martina trata de que su supuesta amiga Beatriz se vaya de La Promesa lo antes posible. Pero ésta no piensa hacerlo. Es evidente que conoce un secreto sobre el pasado de Martina y le deja claro cuál es su objetivo: arruinarle la vida. Rómulo y Mauro prosiguen dando clases de lectura y escritura a Candela y a Simona. Pero éstas no se centran y los dos tutores están desesperados. Tanto, que Mauro le reconoce al mayordomo que no puede más y que se rinde. Rómulo también quiere dejarlo. Al mismo tiempo, Rómulo ha descubierto que Gregorio no es el padre del hijo que espera Pía. Atando cabos ha llegado incluso a deducir que el verdadero progenitor es el difunto barón de Linaja. Rómulo le dice a Pía que puede confiar en él. Ésta se lo agradece de corazón. Manuel ha realizado una fotografía con la primera luz de la mañana a toda la familia. El objetivo es mandársela a la marquesa y que el retrato le alivie un poco su estancia en el centro de reposo. Jimena está contenta por la nueva actitud de M