Catalina, Martina y Jana están cada vez más convencidas de que el amor de Manuel por Jimena es algo inducido por la propia Jimena y por Cruz, que se han aprovechado de la amnesia causada por el accidente. Y la oportunidad de enfrentar a Manuel a sus recuerdos reales se da cuando concluye la reparación del avión: ahora solo falta mostrárselo a Manuel. Rómulo se hunde al descubrir que la acusación que le hizo Gregorio, responsabilizándolo de la muerte de su hermano menor, es verdad. La culpa y los remordimientos que no sintiera por pura ignorancia ahora se adueñan del mayordomo. Lope se ve forzado a confesar por fin ante María lo que sabe de Salvador, que el enemigo lo tiene prisionero. Pero esta realidad es demasiado dura para María Fernández, que lo acusa de mentir para ocupar el lugar de su amigo y aprovecharse de ella. La marquesa, obligada por su esposo, ha de pasar el mal trago de bajar a la cocina