Jana ha decidido embarcarse en la reconstrucción del avión de Manuel, convencida de que ha de ser él quien lleve las riendas de su vida. Pero Jana es consciente de que va a necesitar ayuda y dinero. ¿Logrará que Catalina se avenga a colaborar con ella? Espoleado por la propia Jana, Curro se decide a pedir a su supuesto padre, el capitán Lorenzo de la Mata, explicaciones del rechazo que siempre ha mostrado hacia él. Pía Adarre logra lo impensable: que el despótico Gregorio Castillo acepte su sugerencia de reducir un poco la presión sobre el personal de servicio. Mauro consigue dar con el usurero que compró en primer término el broche desaparecido, y así descubre cuál de los habitantes de La Promesa fue quien lo robó.