Tras el entierro del Barón, Lorenzo deja claro a Cruz que no piensa renunciar a la parte que le corresponde de la herencia. Sin embargo, la marquesa hará todo lo posible por evitar que vea una sola peseta de lo que, en realidad, pertenece a su hermana Eugenia. Catalina llama a la diócesis de León para preguntar por el padre Camilo y descubre que allí nunca han oído hablar del supuesto sacerdote. Gregorio, por mandato de la marquesa, se encarga de vigilar a Jana en especial, buscando cualquier excusa que sirva para despedirla¿ o incluso generándola él mismo. Mientras tanto, Curro se disloca un hombro jugando con su padre y Jana descubre que tras ello se esconde una relación de maltrato. Y Alonso se dispone a llamar a la Guardia Civil para que encuentren el broche desaparecido de su primera esposa, pero Catalina lo sorprende: no es necesario, ella ya lo ha encontrado y sabe lo que ha ocurrido con él.