La inminente llegada de Manuel concita la expectación de todos en La Promesa, ya que solo el marqués, que fue a Puebla de Tera, conoce el estado de salud de su hijo. A la preocupación por Manuel, se le suma la incógnita sobre el paradero del Barón. Ya son muchos días sin noticias y Cruz está histérica. Afortunadamente Martina logra aplacar la inquietud de Cruz razonando que, de haberle sucedido algo grave a su abuelo, ya habrían tenido noticia de ello. María Fernández recibe una primera carta de África y Lope se la lee. Salvador está sano y salvo, echa mucho de menos a su novia y también los guisos de Lope, porque la comida en el cuartel es mala; y también les cuenta que está a la espera de que le asignen destino. Petra mete cizaña al padre Camilo revelándole que no todos en la casa lo estiman como debieran.