Todo el servicio se confabula para cubrir a Jana en sus tareas y que Petra no se percate de que sigue enferma. Jimena se disculpa con Jana y alega que ella desconoce qué ha podido ocurrir para que haya recibido semejante trato en casa de sus padres. El plan de Martina, encerrar a Simona y Candela para que solucionen sus problemas, consigue todo lo contrario: las cocineras vuelven a discutir peor que nunca, dejando claro que lo suyo no tiene arreglo posible. Las molestias del embarazo de Pía se acentúan. Además, el ama de llaves debe afrontar con Gregorio una conversación de lo más incómoda, para dejar claro dónde están los límites de su vida conyugal. Por su parte, Cruz y Lorenzo, barruntan cómo deshacerse de la baronesa de Grazalema. Es la única salida que tienen para evitar que esa arpía se lleve el dinero del barón.