El amor brujo. Todo en la obra es fusión y atrevimiento, una mezcla entre el folklore andaluz y la música clásica que define la música española.El compositor gaditano Manuel de Falla estrenó la primera versión de El amor brujo en Madrid, en 1915. La obra era un encargo de la artista Pastora Imperio y se llamó Gitanería en dos cuadros. 10 años después, estrenó en París una segunda versión, para gran orquesta y con más protagonismo del baile con Antonia Mercé, la Argentina. El éxito de El amor brujo fue total entonces, tanto en España como en todo el mundo, y supuso la consagración no solo de Manuel de Falla, sino de la música española.Antonio Gallego, el musicólogo más experto en El amor brujo, nos descubre sus avatares, que ha recogido en una elogiada monografía. Descubrimos que fue una mujer, Maria Lejárraga, l"/>