'La España de Víctor Ros' aborda la relación entre las creencias y la ciencia. Para una gran parte de la sociedad española del siglo XIX, tradicional y católica, el demonio y su acción sobre el mundo y el hombre era una realidad. Los endemoniados estaban a la orden del día. Los exorcismos se practicaban desde hacía siglos, con un ritual de oraciones que la Iglesia y los sacerdotes exorcistas tenían como manual de lucha contra el maligno. Pero en esa misma época, el estudio de la mente humana empezaba a ofrecer una explicación alternativa: no había, para la ciencia, posesiones ni influencias diabólicas; se trataba de enfermedades mentales que debían ser tratadas como tales, en los manicomios.La muerte, el crimen, las enfermedades, hacen presa de los habitantes sobre todo en las ciudades, que han crecido por efecto de la industrialización y de los ricos burgueses, que generan una masa de proletarios y sirvientes. La medicina avanza a toda velocidad, desarrollando técnicas como la