Este capitulo describe la intensa lucha social y política en España tras la muerte de Franco. Con Arias Navarro al mando, el país se enfrenta al peligro de un "franquismo sin Franco", donde se mantendrían estructuras represivas sin un proceso democrático. La resistencia se manifiesta en huelgas masivas y movilizaciones populares que buscan derrocar al gobierno continuista y avanzar hacia la democracia y la libertad sindical. La movilización obrera es especialmente destacada, con paros en sectores clave como la construcción, el metal y el transporte, entre otros. La represión violenta, como la ocurrida en Vitoria con muertos y heridos, sólo intensifica la lucha. La presión social y las huelgas, que incluyen a sectores como la banca y los servicios públicos, son cruciales para la caída de Arias Navarro y el inicio de la transición democrática. La unión de fuerzas políticas y sindicales, a pesar de la represión, es un testimonio de la determinación por la libertad y la justicia social en