El teniente Baín y la sargento Sara Campos están logrando recomponer los años de secuestro de Ana y Lucía. Cada vez saben más del secuestrador y entienden mejor el infierno que las niñas sufrieron.
Aunque los padres de Lucía, y en especial Joaquín, no están dispuestos a quedarse de brazos cruzados. Por eso no dudan en utilizar a Ana para intentar precipitar los acontecimientos y encontrar cuanto antes a Lucía. Pero un acontecimiento supone un giro dramático en el curso de la investigación y en la vida de Sara Campos.