El Real Alcázar de Sevilla encuentra su origen en el siglo XI, en la época califal, y su evolución y progresiva construcción llegan prácticamente hasta nuestros días. Con una mezcla de estilos que pasan por el andalusí, el mudéjar o el manierista, lo que caracteriza a este lugar y le da su particular personalidad son sus patios y jardines, concebidos como una estancia más de las casas y los palacios. Aquí construyó su palacio Pedro I “El Cruel” en el siglo XIV, con fuertes influencias árabes, y se casó el emperador Carlos V, para cuya boda se construyó el jardín manierista de Las Damas, y siglos más tarde el rey Alfonso XIII mandaría construir el Jardín Inglés para que la reina Victoria Eugenia pudiera recordar su Escocia natal. A lo largo de los siglos se han ido manteniendo, sucediendo o superponiendo los distintos estilos y técnicas; y son justo estos cambios a través del tiempo los que confieren a estos jardines su extraordinario valor e interés.