El jardín botánico de Marimurtra, en Blanes, Girona, se comenzó a construir en 1929, sumándose a una corriente de jardines botánicos que surgieron, desde mediados del siglo XIX, en la costa mediterránea, sobre todo en Italia y Francia. Su creador, el alemán Carl Faust, tenía aptitudes para las ciencias botánicas desde muy temprana edad, pero su padre le obligó a ser empresario. Agarrado durante toda su juventud a un deseo improbable de construir una “república de jóvenes biólogos orientada a la belleza, las ideas y el placer”, cuando Faust hizo fortuna, erigió un pequeño paraíso en un rincón incomparable de la Costa Brava: la falda del monte de San Juan, donde se forma un microclima ideal para las distintas plantas que aquí habitan. Dividido en tres áreas - un jardín árido o desértico; un exuberante jardín subtropical y un jardín mediterráneo - en Marimurtra se funden los dos ecosistemas que componen su nombre: el mar, la costa y el mirto (murtra en catalán) tan característico del bosq