26 de julio de 1471: muere el papa Paulo II en Roma. Unos días después, se elige papa a Sixto IV. Es el momento de desbloquear la situación de la bula de Isabel y Fernando. Juan II de Aragón envía a su fiel Pierres Peralta a hablar con el nuevo Papa. La influencia de Aragón en territorios italianos es de interés primordial para Sixto. También, la provisión de fondos y la idea de una cruzada anti-turca. Peralta lleva parabienes económicos (sacados a duras penas de las mermadas arcas aragonesas: es una apuesta a todo o nada cara al futuro) a Sixto y le habla de que contará siempre con Aragón en todo... a cambio de la bula papal del matrimonio de su hijo Fernando con Isabel.
Sixto acepta: es tiempo de cambiar. Para ello pide consejo a un cardenal que él bien conoce por ser valenciano (y pertenecer al Reino de Aragón). Rodrigo de Borja. Y lo envía a Castilla y Aragón a conocer los problemas de primera mano y con dos objetivos: dar la bula a Isabel y Fernando y decidir a quién elegirá como