Un tropiezo realOnce palabras para una disculpa histórica y sin precedentes. El Rey Don Juan Carlos, la figura más valorada de la transición política y de la democracia, lamentaba lo sucedido, en lenguaje llano y sin subterfugios.Algo parece haber cambiado para siempre en los usos y costumbres de una Institución a la que ahora más que nunca, se exige ejemplaridad. La crisis institucional fue creciendo conforme avanzaba la semana y el debate sobre las lagunas constitucionales, el papel del Príncipe Felipe e incluso, una eventual abdicación como reclamó una minoría, se extendió como un reguero de pólvora. Un año amargo para la Familia Real y en consecuencia para el Rey que, tras una recuperación que acortará al máximo, se incorporará a sus obligaciones. Este sábado, Informe Semanal intentará acercarse a los aspectos más cruciales de una crisis que, al margen de las rápidas disculpas, tendrá sus efectos.Golpe de mano contra RepsolLas relaciones entre Es