Antonio López, el maestro del realismo y uno de los artistas españoles más internacionales, expone en La Real Casa de Correos de Puerta de Sol, sus enormes cabezas de bebé, dos de ellas ubicadas de manera permanente en la Estación de Atocha. Bajo el título Día y Noche, representan a la nieta del autor con apenas seis meses. Carmen despierta y Carmen dormida son esculturas de bronce de tres metros y más de 2.000 kilos, fieles retratos de la niña, que simbolizan la energía del inicio de la vida a través de esos rasgos infantiles, ejecutados a gran escala. Se trata de una invitación a la contemplación y el recogimiento que produce el tiempo suspendido de nuestra realidad cotidiana, a través de las delicadas facciones de un bebé.