Los apartamentos turísticos del centro de la capital deberán tener un acceso independiente y limitar el alquiler a 90 días al año. Los vecinos aplauden la nueva ley municipal mientras que los pequeños propietarios y asociaciones de viviendas vacacionales tildan la medida de electoralistas. Aseguran que afectará a la economía madrileña y anuncian que acudirán a los tribunales. La norma afecta al 95% de los pisos que se dedican a este fin.