El ayuntamiento cede a las presiones de varios colectivos afectados por Madrid Central y retrasa su implantación una semana. Las restricciones al tráfico ya no empezarán el veintitrés de noviembre, sino el treinta para evitar la coincidencia con el Black Friday, tal y como pedían los empresarios. Además, los colegios tendrán un "pasillo horario" para poder llevar y recoger a los niños. Madrid Central sigue generando polémica. Unas mil cuatrocientas asociaciones se han mostrado a favor de las medidas del consistorio. El gobierno regional amenaza con emprender acciones legales.