Diez años después las familias de las víctimas del avión de Spanair siguen reclamando responsabilidades políticas y penales. Han vuelto al lugar del siniestro para recordar a los ciento cincuenta y cuatro fallecidos. El vuelo JK 5022 intentaba despegar, por segunda vez, con destino Gran Canaria. Unos segundos después impactaba contra el suelo en los límites del aeropuerto de Barajas. Hace seis años, la Audiencia Provincial descargó toda la responsabilidad en los pilotos y desde hace unos meses una comisión parlamentaria investiga lo ocurrido en el Congreso.