Hasta 15.000 turistas extranjeros habrían perdido sus vuelos de conexión desde marzo, sólo en el aeropuerto de Barajas. El colapso ante los controles de pasaporte se extiende a otros aerodromos españoles. Los empresarios creen que se deteriora la imagen de España y exigen al gobierno central soluciones. El ministerio del Interior prevé un refuerzo en verano.