Dos metros de largo por uno de ancho y apenas un metro de altura. Así es el más pequeño de los pisos colmena que ya se están comercializando en Madrid, muchos de ellos en naves industriales. El más grande apenas supera los cuatro metros cuadrados. La empresa quiere disponer de mil trescientos habitáculos repartidos por Madrid y ha solicitado licencia para dos megacolmenas. El Ayuntamiento avanza que los precintará porque carecen de permisos.