Uno de los hombres asesinados en Colmenarejo presentaba más de setenta puñaladas y fue degollado. Era el padre del presunto asesino, que unas horas después se suicidó arrojándose desde la planta veintidós de un edificio en la plaza Castilla de Madrid. El otro hombre, el tío, recibió más de veinte puñaladas. El joven, de treinta años, tenía problemas psiquiátricos. La autopsia ha confirmado que la muerte de ambos se produjo unas doce horas antes del hallazgo de los cadáveres.