Cumbre municipal para salvar el Open de Tenis de Madrid. Los organizadores, la empresa que tiene los derechos, piden una nueva pista con capacidad para al menos ocho mil espectadores y que el ayuntamiento aumente los diez millones que ahora abona para mejorar los permisos de los tenistas. De lo contrario amenaza con llevarse el torneo a otra ciudad en dos mil veintiuno, cuando termine el contrato actual. Todos los grupos políticos quieren que siga jugándose en Madrid, y por eso el equipo de gobierno del ayuntamiento ha invitado a los portavoces de la oposición.