En menos de una semana, comercios, restaurantes, bares, museos o estaciones de tren y autobús estarán a 27 grados de temperatura, no podrán bajar el termostato. Entra en vigor el nuevo plan para el ahorro energético. Los sectores afectados sí comparten la necesidad de adoptar medidas pero lamentan que sean siempre ellos, dicen, quienes tengan que asumirlas.