La presidenta del Congreso, Francina Armengol, en su discurso de la apertura de las Cortes, ha destacado la importancia del Parlamento: "Es, sin duda, la espina dorsal de una democracia. La Constitución fue, es y será nuestro punto de encuentro".
Además, ha hecho un llamamiento al “diálogo” y a “ejercer el parlamentarismo de forma leal y honesta” y reivindicó la legitimidad del Gobierno, argumentando que “distorsionar la realidad o cuestionar importantes valores democráticos” solo “va a aumentar la desafección de la sociedad hacia las instituciones”.