Tres meses después de la destrucción de Santiago, la pobreza y la hambruna parecen haber hecho mella entre los habitantes de la ciudad, ya que la “Tierra Prometida” parece no ser tal.
Ante esta desesperada situación, un pequeño grupo de soldados descontentos con el proyecto de conquista conspira para sublevarse contra Valdivia, quien parece vivir ajeno al sufrimiento de los suyos.
En este desolador escenario, Valdivia recibe la mejor de las noticias: Inés está embarazada. El gobernador está eufórico, al fin tendrá descendencia. Tal es su dicha, que incluso recula y accede a pedir ayuda a Cuzco, algo a lo que se mostraba reacio en un primer momento. Pero mientras pasan los meses y la situación sigue sin visos de cambiar, hasta los principios de los soldados más nobles serán puestos en entredicho.