Francisco Nieva fue el hombre de teatro total. En los años 60 modernizó la escenografía y el figurinismo, y en la Transición revolucionó la dirección de escena y la dramaturgia. Tras ser censurado durante años, su mayor aportación fue el Teatro Furioso, un género creado por él mismo que combinaba de forma delirante tradición y vanguardia y que se reía de la España negra.