Ocultas en una casa de Sant Cugat del Vallès a punto de ser derribada, aparecen dos cajas rojas. En el interior se esconde un tesoro totalmente inesperado: miles de fotografías que Antoni Campañà Bandranas (1906-1989) hizo durante los tres años de la Guerra Civil: un enorme friso de la vida en guerra de uno de los grandes fotógrafos pictorialistas del país. Republicano, catalanista y católico practicante, Campañà retrata una realidad trágica y contradictoria, rica en matices y en complejidad, con contrastes menudo dolorosos. ¿Por qué un fotógrafo hace cinco mil fotografías de la guerra en su país y las termina cerrando en un par de cajas? No quiso que nadie viera aquellas fotografías, pero no las destruyó. Campañà nos interpela sobre la memoria histórica. Al humanizar todos los bandos, debe ser el espectador el que juzgue si su actitud fue equidistante o un reflejo de quien observó con cierto vértigo la complejidad del comportamiento humano.